Belleza contra fealdad

Qué injustos han sido los diseñadores de modas al fabricar ropa para gente delgada cuando un tercio de la población sufre de obesidad. ¿Por qué Dios nos creó a todos diferentes? ¿Por qué no todos somos perfectos?

¿Por qué... por qué no? Tal vez nos creo con defectos porque cree en nosotros, porque cree que tenemos la fuerza y el carácter para ser felices a pesar de éste y muchos otros obstáculos.

Sería mortalmente aburrido que todas las mujeres fuéramos delgadas como las modelos de las revistas o que los hombres fuesen fuertes y musculosos como los galanes de las películas.

¿Quién podría ser bello si todos fuésemos perfectos? Así como tiene que existir la noche para saber reconocer las bondades del día, el negro para que el blanco resplandezca o el odio para que el amor exista y pueda llenar nuestros corazones... Así también tenemos que existir personas no muy agraciadas físicamente para que las que sí lo son puedan destacar. Así es, una mujer hermosa debe agradecer que existan mujeres feas porque de otra manera nadie la miraría.

Las mujeres bellas tienen mucho que agradecerle a las mujeres feas y las mujeres feas tienen que agradecerle a Dios que no las haya hecho bellas, porque de esta manera brillan por sí solas por sus cualidades, no hace falta que se aprovechen de los defectos de los demás para sentir que son unas verdaderas triunfadoras.

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