Piensa que puedes y podrás

Si piensas que estás vencido, lo estás.

Si piensas que no te atreves, no lo harás.

Si piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás.

Si piensas que perderás, ya has perdido, porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre.

Los 17 principios del éxito

Amigo, póngase cómodo y disfrute de los 17 principios de exito, léalos detenidamente, le resultará una maravillosa y confortable forma de encontrar la clave para empezar a tener éxito. Si no comprende algún punto o alguna palabra recurra a ese maravilloso modo de busqueda de aprendizaje, ya sabrá a lo que me refiero. Como verá ya empezó a tener exito al decifrar mis palabras. suerte!!!

Quien no hace, por temor a equivocarse, está perdiendo la oportunidad de aprender a no equivocarse.

1-Una actitud mental positiva.

2-Precisión de objetivos.

3-Recorrer un kilómetro más.

4-Exactitud de pensamiento.

5-Autodisciplina.

6-Genio creador.

El poder de cambiar

Un viejo amerindio estaba hablando con su nieto.

Le decía:

-Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.

El nieto preguntó:

-Abuelo, dime, ¿cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?

El abuelo contestó:

Defectos y cualidades

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo. Dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

Cuando todo parezca perdido, use la imaginación

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio, ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto ¡la horca!

El juez también complotado cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado:

-Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino.

Cada obstáculo representa una oportunidad

Hace mucho tiempo, un rey coloco una gran roca obstaculizando un camino.

Entonces se escondio y miro para ver si alguien quitaba la tremenda roca.

Algunos de los comerciantes mas adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta.

Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Mi cruz es demasiado pesada

Un joven ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando,

- "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada".

El Señor, como siempre, acudió a su oración y le contestó,

- "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, déjala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras".

El joven suspiró aliviado.

Nada ocurre sin razón

Camina por donde nunca nadie antes haya caminado.

Haz lo que nunca nadie antes haya hecho.

Deja tus propias huellas... y no pises sobre las huellas de los demás porque no dejarás marca.

Si caminas por donde ya hayas caminado, encontrarás lo que ya has encontrado.

Si te atrae una luz, síguela. Si te conduce a un pantano, ya saldrás de él... Pero si no la sigues, te preguntarás toda la vida si acaso era una estrella.

Cada día que vives es una ocasión especial.

Defender la alegría

Defender la alegría como trinchera.

Defenderla del escándalo y la rutina.

De la miseria y los miserables.

De las ausencias transitorias y las definitivas.

Defender la alegría como un principio, defenderla del pasmo y las pesadillas, de los neutrales y de los neutrones.

De las dulces infamias y los graves diagnósticos.

No puedo y no podré nunca

Cuando yo era chico me encantaba los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.

También a mi como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente. Qué lo mantenía entonces?. Porqué no huía?

Cuando tenía cinco o seis años todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro o a algún adulto por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia. Si está amaestrado... ¿Porqué lo encadenan?

Sólo con el tiempo

Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma, que el amor no significa recostarse y una relación no significa seguridad...

Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes..., y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado hasta el calor del sol quema, que hay que plantar su propio jardín y decorar su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno vale, y uno aprende y aprende...

¡Vive mejor!

Haz como los pájaros: comienza el día cantando.
La música es alimento para el espíritu.
Canta cualquier cosa, canta desafinando, pero canta.
Cantar dilata los pulmones y abre el alma para todo lo bueno que la vida le ofrece.
Si insistes en no cantar, por lo menos escucha mucha música y déjate llevar por ella.

Ríete de la vida, ríete de los problemas, ríete de ti mismo.
La gente comienza a ser feliz cuando es capaz de reírse de sí misma.
Ríete de las cosas buenas que te suceden.
Ríete abiertamente para que todos se puedan contagiar de tu alegría.

No te dejes abatir por los problemas.
Si procuras convencerte de que estás bien,
vas a terminar convenciéndote de que realmente lo estás,
y cuando menos lo pienses te vas a sentir realmente bien.

Aprender a volar

Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:

- Hijo mío, no todos nacen con alas. Y si bien es cierto que no tienes obligación de volar, opino que sería penoso que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado.

- Pero yo no sé volar - contestó el hijo.

- Ven - dijo el padre.

Lo tomó de la mano y caminando lo llevó al borde del abismo en la montaña.

- Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras podrás volar. Sólo debes pararte aquí, respirar profundo y saltar al abismo. Una vez en el aire extenderás las alas y volarás.

El hijo dudó:

- ¿Y si me caigo?

Si yo hubiera...

Cuando la gente recuerda lo que de su vida ha sido, se refleja en sus rostros una frase triste y vacía; 'SI YO HUBIERA'. Sin embargo es tiempo. Piensa que HOY es el primer día del resto de tu vida.

No esperes a perder algo para darte cuenta de lo que tuviste. Voltea a tu alrededor y ve el valor de todo lo que posees.

No esperes ha estar derrotado y lucha por el triunfo mientras mas tiempo dejes pasar, mas trabajo te costara alcanzarlo.

Ya no esperes, mira que el tiempo corre y de ti depende convertir los minutos de tu vida en escalones que te lleven a la cima.

Algo te espera

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal como a veces sucede, NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar, NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa y no encuentres fuerzas para seguir, NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES.

Cómo resolver problemas

Las repetidas victorias sobre sus problemas constituyen los peldaños de la escalera que le conducirán al éxito. A cada victoria aumenta su sabiduria, su situación y su experiencia. Como persona, se sentirá usted mejor, más madura y más afortunada, cada vez que trompieza con un problema, lo aborda y lo supera con una actitud mental positiva.

Cuando se enfrente con un problema que requiera una solución, con independencia de lo complejo que pueda ser, haga lo siguente:

1- Busque ayuda para poder encontrar la solución adecuada.

2- Dedique tiempo a reflexionar sobre la solución de sus problemas.

Todo por ganar

Demasiadas veces tenemos miedo. Miedo de lo que podriamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrian pensar si lo intentamos.

Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no cuando queremos decir que si. Nos callamos cuando queremos gritar. Y gritamos con todos, cuando deberiamos cerrar la boca.

¿Por qué?. Despues de todo solo vivimos una vez.

La oportunidad de salvar vidas

Había una vez un ambicioso muchacho que siempre soñaba con que algún día llegaría a ser general del ejército. Era inteligente y las cualidades que poseía eran más que suficientes para alcanzar cualquier cosa que se propusiese. Él temía a Dios, le agradecía por su capacidad y oraba intensamente para que le sea concedida la gracia necesaria para alcanzar su sueño.

Desafortunadamente cuando llegó el día de que se enrolara en el ejército fue rechazado debido a que tenía pie plano. Después de varios intentos renunció a la idea de algún día convertirse en general, y culpaba a Dios por no escuchar su oración.

Se sentía solo, emocionalmente golpeado y sobre todo, ira, como nunca antes había experimentado. Ira que empezó a proyectar en contra de Dios. Sabía que había un Dios pero ya no creía en Dios como un amigo, sino como un tirano. Ya no rezaba ni asistía a la Iglesia. Cuando la gente hablaba de Dios como el Dios que es todo amor solía plantearles preguntas tan complicadas que dejaban a los creyentes perplejos.

Sigue adelante

Ten presente que:

La piel se arruga.

El pelo se vuelve blanco.

Los días se convierten en años.

Pero lo mas importante no cambia.

Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.

Dos cartas en un día

Ruth miró en su buzón del correo, pero solo había una carta. La tomó y la miró antes de abrirla, pero luego la miró con más cuidado. No había sellos ni marcas del correo, solamente su nombre y dirección.

Leyó la carta:

"Querida Ruth:
Estaré en tu vecindario el sábado en la tarde y pasaré a visitarte.
Con amor, Jesús”.

Sus manos temblaban cuando puso la carta sobre la mesa.

"Porqué querrá venir a visitarme el Señor? No soy nadie en especial, no tengo nada que ofrecerle...". Pensando en eso, Ruth recordó el vacío reinante en los estantes de su
cocina.

"¡Ay, no...! ¡No tengo nada para ofrecerle! Tendré que ir al mercado y conseguir algo para la cena". Buscó la cartera y vació el contenido sobre la mesa: cinco pesos y cuarenta centavos.

"Bueno, compraré algo de pan y alguna otra cosa, al menos..." Se echó un abrigo encima y se apresuró a salir.

Consejos

1. Desaparece de tu mente todos los números no-esenciales. Esto incluye tu Edad, Peso y Altura. Deja que tu médico se preocupe por ellos, para eso le pagas.

2. Mantén solo amigos alegres. Los cascarrabias te detienen, si realmente necesitas uno, probablemente tengas un miembro de tu familia que pueda llenar esa necesidad.

3. Continua aprendiendo. Aprende más sobre la Computadora, Manualidades, Jardinería, lo que sea... Nunca dejes al cerebro ocioso, un cerebro ocioso es morada del demonio... y el nombre de ese demonio es Alzheimer.

4. Disfruta las cosas simples. Cuando tus hijos son pequeños, son pocos lujos los que te puedes dar. Cuando están en la Universidad, son pocos lujos los que te puedes dar. Cuando se han ido y estas retirado, son pocos lujos los que te puedes dar.

Crecer

Muchas veces en la vida pasamos por momentos difíciles en los que tenemos que decidir sobre los nuevos caminos a tomar.

A veces el júbilo nos invade ya que la ruta tomada nos demuestra el acierto, y eso se llama crecer.

Otras veces nos desanimamos antes de reemprender nuestra meta, y eso también se llama crecer.

Crecer, una palabra tan común pero tan significativa a la vez, tan llena de vida; definitivamente es un término al que, en particular, tengo muy presente y valoro entrañablemente.

A veces la parálisis nos invade, desarmados completamente caemos en la tristeza, la desilusión, el desgano; sentimos la horrible sensación de no poder hacer nada bien, tomamos caminos de fácil acceso que a ningún lado nos conducen; nos invade la soledad y ocupamos el vacío con gente vacía y el resultado es una lista interminable de momentos más vacíos aún.

Madre e hijo

Cuando pasen en mí más años, y en apariencia ya no sea la misma, y me vuelva torpe en mis movimientos, tenme paciencia:

Recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas que hoy yo no puedo resolver sola...

Cuando me veas perdida frente a toda la tecnología que me cuesta tanto entender, dedícame tu tiempo, recuerda que fui yo quien te enseñó las cosas más simples para enfrentar la vida...

Si te repito las mismas historias, aunque sepas ya el final, escúchame...

Seamos como Jesús

Recuerdo que antes de yo nacer estaba preocupada porque no conocía el mundo al que llegaría, entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra, Dios acercó su voz a mi oído y dijo:

Sé como el sol, levántate temprano y no te acuestes tarde.

Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.

Sé como los pájaros, come y canta, bebe y vuela.

Sé como las flores, enamoradas del sol, pero fiel a sus raíces.

Sé como el buen perro, obediente, pero nada más a su señor.

Sé como la fruta, bella por fuera, saludable por dentro.

Sé inútil y goza

Lao Tsé iba viajando con sus discípulos y llegaron a un bosque donde cientos de leñadores estaban talando arboles. El bosque entero había sido talado excepto un enorme árbol con cientos de ramas. Era tan grande que 10 mil personas se podían sentar bajo su sombra.

Lao Tse les pidió a sus discípulos que fueran a preguntar porque ese árbol no había sido talado. Fueron y preguntaron a los leñadores, quienes respondieron: "Este árbol es completamente inútil. No se puede hacer nada con él porque cada rama tiene muchos nudos, ninguna es recta. No se le puede usar como combustible porque el humo que produce es dañino para los ojos. Es un árbol completamente inútil, por eso no lo hemos cortado".

Los discípulos volvieron y se lo contaron al maestro. El se rió y les dijo:

¿Quién mató al Amor?

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que ODIO, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a todos sus súbditos a una reunión urgente.
Vinieron de todas partes del mundo y los deseos más perversos del corazón humano llegaron a esta reunión, con curiosidad por saber cuál era el propósito.

Cuando estuvieron todos reunidos, ODIO se puso de pie y dijo: Los he reunido a todos porque deseo con todo mi corazón matar alguien. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era ODIO quien les estaba hablando y él siempre quería matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien era tan difícil de matar para que ODIO, los necesitara a todos. Quiero voluntarios que maten al odioso AMOR, dijo. Muchos sonrieron, ya que casi todos querían hacerlo de una u otra forma.

El primer voluntario fue “MAL CARÁCTER”. Yo iré y les aseguro que en un mes, AMOR habrá muerto. Provocaré tal discordia e ira que no lo soportará, les dijo a todos.
Al cabo de un mes se reunieron otra vez para escuchar lo sucedido, pero “MAL CARÁCTER” tenía malas noticias. Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, AMOR la superaba y salía adelante, les dijo.

El gran secreto

Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.

Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.

Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: -Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo. El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo:
-A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son MI MENTE y MI CORAZÓN y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida:

El problema

El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un Monasterio Zen.

Cierto día, el Guardián murió y fue preciso substituirlo.

El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.

Voy a presentarles un problema, dijo el Gran Maestro, y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.

Terminado su corto discurso, colocó un banquillo en el centro de la sala; encima estaba un florero de porcelana seguramente carísimo, con una rosa amarilla que lo decoraba.

Éste es el problema, dice el Gran Maestro; - resuélvanlo -.

Que tu vida esté llena de...

Entusiasmo: Para ver hacia adelante.

Felicidad: Para mantenerte dulce.

Problemas: Para mantenerte fuerte.

Penas: Para mantenerte humano.

Esperanza: Para mantenerte feliz.

¿Qué refleja tu mirada?

Vi a los ojos de doña Laura, una señora mayor, su cuerpo era el resultado de muchos años de lucha y dolor; pero su mirada reflejaba felicidad. Le pregunté qué la hacía sentirse tan felíz, ella me dijo: "es lindo salir y correr bajo la lluvia, sentir cada gota por mi cuerpo, eso me hace sentir que estoy viva, enfrentar cada mañana con alegría, darme cuenta que los obstáculos están conmigo sólo si yo quiero, que puedo soñar y sentir que todo es real".

Le di un beso en la mejilla y me alejé suavemente como sintiendo por primera vez en mi vida cada paso que daba.

¿Cómo enfrentas tus adversidades?

El oro para ser purificado debe pasar por el fuego, y el ser humano necesita pruebas para pulir su carácter.
Pero lo más importante es cómo reaccionamos frente a las pruebas.

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida.

Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte.

Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los 20 minutos el padre apagó el fuego.

Piensa que...

Piensa que ...

el obstáculo más grande es el miedo

el dia más bello es hoy

los mejores maestros son los niños

el mayor error es darse por vencido

el más grande defecto es el egoísmo

El príncipe y gnomo

Trasladen su conciencia a un lugar muy bello, a un paraíso en esta tierra. Dispóngase a escuchar un cuento sentados cómodamente para que puedan percibir de una manera vivencial lo que les vamos ir contando. Disfruten del paisaje, perciban el olor de las flores, de la hierba húmeda de este gran paraíso.

Observen cómo vuelan las aves, sientan el revolotear de las mariposas a su alrededor, sientan a todos los seres que los acogen con amor.

Dentro de este mágico lugar se encuentra un pequeño príncipe, con un corazón lleno de amor y con un desbordante anhelo de vivir. Este príncipe tiene un padre muy generoso que le obsequia todo cuanto quisiere, pues como heredero de todo ese gran reino, tenía todo lo que un ser humano pudiera desear, todo esto le pertenecía a él y cualquiera daría todo por tener la riqueza que él tenía.

El portero del botiquín

No había en el pueblo peor oficio que el de portero del botiquín. Pero ¿qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenia ninguna otra actividad ni oficio.

Un día se hizo cargo del botiquín un joven con inquietudes, creativo y emprendedor. El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo: "A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un reporte semanal en el que registrará la cantidad de personas que entran día por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio".

El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero... "Me encantaría satisfacerlo, señor (balbuceo) pero yo... yo no sé leer ni escribir. !Ah, cuánto lo siento!, pero señor, usted no me puede despedir, yo trabaje en esto toda mi vida".

No lo dejó terminar: "Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización para que tenga hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte". Y sin más, se dio vuelta y se fue. El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. ¿Qué hacer?

El trabajo

Trabajar es la mejor forma de realizarse y perfeccionarse física, espiritual y moralmente.

Cualquier trabajador, no importa en que trabaje, es un colaborador de Dios en la obra de la construcción del mundo.

El poder de las palabras

Una palabra irresponsable: puede encender discordias y fuegos difíciles de apagar…

Una palabra cruel: puede arruinar y derribar todo lo que se había edificado en una vida…

Una palabra de resentimiento: puede matar a un apersona, como si le claváramos un cuchillo en el corazón...

Una palabra brutal: puede herir y hasta destruir la autoestima y la dignidad de una persona…

Una palabra amable: puede suavizar las cosas y modificar la actitud de otros…

El sabio Ahmed

Un viejo árabe que vivía en los EE.UU., cerca del Pentágono desde hacía 40 años, quería plantar papas en su jardín, pero arar la tierra ya era un trabajo muy pesado para él.

Su único hijo Ahmed, estaba estudiando en Francia y el viejo decidió mandarle un mensaje por correo electrónico explicándole el problema:

-Querido Ahmed: Me siento mal porque no voy a poder plantar mi jardín con papas este año. Estoy muy viejo para trabajar la tierra... Si tú estuvieras aquí, sé que darías vuelta la tierra por mí. Qué Alá esté contigo. Te quiere, papá.

Pocos días después recibió un correo electrónico de su hijo:

Cuida a tu pareja

Voy a decirte algo que seguramente te va a molestar y cuanto más te lo explique, más te molestará. Muchas veces cuidamos más lo que ya tenemos seguro, que lo que podemos perder.
Por ejemplo: Si te digo que no cuides tanto a tu familia, pero que cuides más a tu pareja, ¿te vas a sorprender?
-¿Cómo que no cuide a mi familia? ¡Es mi familia!
-Si, pero tu familia, está segura, nunca se va a perder.
¿Has escuchado decir a alguien «por allí va mi ex hijo, o mi ex padre»?
Seguro que no, pero si habrás escuchado a alguien decir «por allí va mi ex esposo/a, o mi ex novio/a»
Tus padres, hijos y hermanos, que son tu familia directa, no hay, ni puede haber «ex» Son lo más seguro que tienes y estarán allí siempre, por mucho tiempo que tarden en escribirse o hablarse, ellos son tu familia para siempre.
Tu no puedes decir «ellos fueron mi padre y mi madre o ese fue mi hermano» No, ellos fueron, son y serán tus padres y tu hermano para siempre.

Sentencia de divorcio

-Señor Juez, yo creo que es cierto. Así que voy a aceptar la sentencia de divorcio sin ninguna obligación de parte de mi marido hacia mí. Después de todo, yo podría haber sido una mujer profesional e independiente.
-¿Y por qué usted no se convirtió en una mujer profesional e independiente? ¿Hay alguna razón que se lo impidiera? Le preguntó el juez.
-Realmente, Señor Juez, no había ninguna, fueron decisiones tomadas por mí voluntariamente.
-¿Puede ser más explícita y enumerarme las razones que alega?
-Bueno, cuando me casé, yo acababa de graduarme de la secundaria. Mi intención había sido estudiar enfermería, pero no había dinero para pagar los gastos de dos personas estudiando, así que yo le dije a mi esposo que estudiara él y que luego lo haría yo.
-Bien, ¿y qué pasó cuando él se graduó de ingeniero, por qué no estudió usted entonces?
-Pues verá, él me pidió que tuviéramos un hijo, ya que llevábamos cinco años casados y yo accedí a sus deseos.
-¿Y qué pasó después?

El mantel

Un sacerdote, recibió como su primer encargo ministerial, la misión de reabrir una iglesia en el barrio de Brooklyn, New York. Cuando llegó se encontró con un edificio que estaba en pésimas condiciones y que requería mucho trabajo de restauración. De todas maneras, se propuso como meta tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, arreglando las paredes, pintando, etc., y una semana antes de Navidad ya casi había concluido con los trabajos.

El 19 de diciembre se desató una terrible tempestad que azotó la ciudad por dos días y cuando el sacerdote fue a ver la iglesia, vio con tristeza que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un parte considerable de la pared, exactamente detrás del púlpito, estuviera manchada por la humedad.

No sabía que hacer, pensaba incluso en la posibilidad de suspender el oficio de Nochebuena. Preocupado y triste se fue hacia su casa, pero en el camino encontró un negocio que estaba vendiendo varios artículos con fines caritativos y decidió entrar.

Reparaciones

Repara el mal que hiciste esparciendo el bien en su propio ambiente.

Da a quien le quitaste.

Complace a quien disgustaste.

Alaba a quien criticaste.

Habla bien de quien levantaste calumnias.

Cura a quien heriste.

Crecemos cuando hacemos esto...

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza ni debilitamiento de voluntad, ni perdida de fe.

Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.

Uno crece cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.

Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.

Crece cuando se supera, se valora y sabe dar frutos.

Cuando abre camino, dejando huellas, asimila experiencias y siembra raíces.

Fácil y difícil

Fácil es ocupar un lugar en una agenda telefónica.
Difícil es ocupar el corazón de alguien...

Fácil es herir a quien nos ama.
Difícil es curar esa herida...

Fácil es dictar reglas.
Difícil es seguirlas...

Fácil es soñar todas las noches.
Difícil es luchar por un sueño...

Fácil es exhibir la victoria.
Difícil es asumir la derrota con dignidad...

El arca de Noé

Todo lo que yo necesito saber, lo aprendí del Arca de Noé.

Uno: No pierdas el barco.

Dos: Recuerda que todos estamos en el mismo barco.

Tres: Planea por adelantado. No estaba lloviendo cuando Noé construyó el arca.

Cuatro: Mantente en buena salud. Cuando tengas 600 años, alguien puede pedirte que hagas algo muy grande.

Están los que...

Están los que usan siempre la misma ropa.
Están los que llevan amuletos.
Los que hacen promesas.
Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.

Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando cuando se acaba el aire.
Los que siguen luchando cuando todo parece perdido, como si cada vez fuera la última vez.
Convencidos de que la vida misma es un desafío.

Charcos de lodo

Cuando veo esas plantas llamadas dientes de león... Yo veo hierba dañina invadiendo mi patio...
Mis hijos, ven flores para regalarme y soplan la pelusa blanca pensando en un deseo.

Cuando un mendigo me sonríe... veo a una persona sucia que probablemente quiere que le dé algo de dinero y eso me incomoda...
Mis hijos ven a alguien que les sonríe y ellos responden con otra sonrisa.

Cuando oigo música, me siento y escucho porque no sé cantar y no tengo ritmo...
Mis hijos cantan, bailan y si no saben la letra, se la inventan.

Cuando siento un fuerte viento en mi rostro despeinándome y empujándome hacia atrás, lo resisto con todas mis fuerzas...

El perro y el conejo

Juan y Luis eran vecinos, el primero compró un conejo a sus hijos. Como los hijos de Luis querían también tener su mascota, su padre les compró un cachorro pastor alemán.

Los hijos de ambos eran amigos y estaban siempre juntos, así que también el conejo y el perro llegaron a ser muy amigos y era normal verlos jugar y corretear.

Juan y su familia se ausentaron un fin de semana y el domingo, mientras Luis y su familia tomaban la merienda, su perro entró a la cocina con el conejo entre los dientes. Estaba sucio de tierra, ensangrentado y peor aún, estaba muerto.

Luis se enfureció y castigó muy duramente al perro…

-¿Y ahora, qué hacemos? Comenzaron a pensar cómo podrían solucionar el problema antes de que Juan llegara con los niños, mientras tanto, en la familia surgió una idea: bañar al conejo, dejarlo bien limpio y ponerlo en su casita acomodándolo como si estuviera durmiendo.

Acuérdate de lo bueno

Cuando el cielo este gris, acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor, reviven tus experiencias de afecto y ternura.
Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tengas y por lo bueno de los demás, acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes más.

La vida es el arte del encuentro

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho. Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí sé que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.