Sobró un rollo de alambre de púas y lo dejamos en el granero, fijo con una estaca a la pared.
Cuando llegó la primavera una pareja de chileros hizo su nido en el interior de aquel rollo de alambre.
Cuando llegó la primavera una pareja de chileros hizo su nido en el interior de aquel rollo de alambre.
No detuvo a las grises avecillas la dureza y frialdad del metal.
No las asustó lo feroz y erizado de las púas, con briznas de hierba seca y con plumitas formaron ahí su propio mundo, tibio y suave, y en él perpetuaron su pequeña vida.
Yo encuentro una lección: Aun en las adversidades puede la vida continuar; aun en medio de los más grandes sufrimientos, puede florecer el milagro del amor.
Yo encuentro una lección: Aun en las adversidades puede la vida continuar; aun en medio de los más grandes sufrimientos, puede florecer el milagro del amor.
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