- ¿Quién es el jefe de la selva?
El tigre dijo:
- ¡Tú, por supuesto, tú eres el jefe, tú eres el señor y rey!
Posteriormente, el león se dirigió donde el oso para hacerle la misma pregunta. El oso contestó:
- No hay necesidad de preguntar, tú eres el rey de todos los animales del bosque. ¡Eres el jefe!
Entonces, el león se dirigió donde el elefante para plantear la misma pregunta. Preguntó:
- Señor elefante, ¿puede usted decirme quién es el jefe de esta selva?
El elefante cogió al león con su trompa y lo arrojó a varios metros de él. El felino se golpeó contra una roca y quedó ensangrentado, magullado todo el cuerpo y débil, pero se puso de pie y dijo:
- ¡Bueno, que no sepas la respuesta correcta no es razón para que reacciones así!
El que se afirma en su propia originalidad, triunfa; más el que se afirma en el juicio de otros, fracasa.
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